Europa avanza en la construcción de un sistema de defensa sin precedentes, que combina barreras físicas, muros, fortificaciones y tecnología de última generación para protegerse de un posible ataque ruso. Esta estrategia, que ya ha sido bautizada como una “nueva cortina de hierro”, busca blindar a los países de la frontera oriental del continente.
Entre los proyectos más avanzados se encuentra el muro de Finlandia, que cubrirá alrededor del 15 % de sus 1.340 kilómetros de frontera con Rusia y estará listo en 2026, con una inversión superior a los 400 millones de dólares. Paralelamente, los países bálticos y Polonia trabajan en la “línea báltica de defensa”, una fortificación de más de 1.500 kilómetros que incluye trincheras, fosos antitanques, bloques de hormigón y campos minados.
Poloni