Pecados capitales Mayte Alcaraz
El juego del calamar
Óscar López es un difunto político, al que Ayuso ningunea porque no polemiza jamás con él. Lo hace con su jefe, convirtiendo a Óscar en insignificante, porque Sánchez padece una patológica obsesión por Madrid y la líder popular
Isabel Díaz Ayuso es la rival a batir en ese juego del calamar en el que participan con resultados luctuosos los candidatos socialistas en Madrid. El próximo, que está muerto políticamente y él no lo sabe –o sí–, es Óscar López. El ministro de Transformación Digital y Función Pública es un difunto político, al que la presidenta madrileña ningunea porque no polemiza jamás con él. Lo hace con su jefe, convirtiendo a Óscar en insignificante, porque Sánchez padece una patológica obsesión por Madrid y la líder pop