Una madre de familia y su hija menor regresaban a su hogar en Lince tras botar la basura. Lo que parecía un momento rutinario se transformó en un instante de terror que quedará marcado en su memoria. Al abrir la puerta de su vivienda, ambas se encontraron con un intruso en plena sala , intentando robar sus pertenencias con una calma inquietante.
El delincuente había logrado ingresar por una ventana del tercer piso. Mientras recorría la vivienda, madre e hija caminaban sin imaginar la amenaza que las esperaba. Cada paso hacia la casa era un acercamiento al peligro, y el encuentro que sucedería segundos después parecía inevitable.
Al notar su presencia, la madre sintió que el miedo paralizaba su cuerpo. Con rapidez, tomó a su mascota, sujetó a su hija y buscó refugio. Por un instan