Estampados en una camiseta cuando se presenta un fichaje, decorando la fachada de un estadio o, simplemente, como ese detalle detrás de un entrenador que contesta a la prensa. El complejo mundo de los patrocinadores en el deporte ha adquirido, progresivamente, un aire más global . Spotify , Riyad Air y un sinfín de marcas se cuelan cada vez más en la identidad –y, sobre todo, en la cuenta de resultados– de los clubes. Un aspecto económico al que los equipos valencianos más conocidos no son ajenos , ligando su presente a un ámbito privado que en el pasado estaba mucho más asociado a lo público.

El fútbol, como deporte más visibilizado, ha sido el ejemplo más paradigmático de ese cambio de ciclo. En el comienzo de siglo, sin ir más lejos, todos los equipos valencianos que han pisado e

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