Luego de pasar algunas semanas o meses con una alimentación poco saludable, podemos iniciar un proceso de ayuno, especialmente en pacientes con menor fuerza de voluntad y cuando la meta no es perder solo 2 o 3 kilos, sino más de 15 o 20.
El ayuno de 24 a 36 horas, acompañado únicamente de infusiones, puede ayudar a controlar la ingesta.
De este modo, el apetito disminuye y el descanso digestivo permite que páncreas, estómago, colon e hígado se recuperen, aliviando síntomas frecuentemente asociados al sobrepeso u obesidad, como estreñimiento, gases, ruidos abdominales o cólicos.
Es importante considerar el uso de algunos suplementos, como antioxidantes, NAD y potenciadores de la flora bacteriana positiva o saprofítica, la cual suele disminuir cuando consumimos en exceso azúcares o grasas