Era un secreto a voces. El Real Valladolid necesitaba quitarse lastre. Y no solo de jugadores que ni están ni se les esperan como es el caso del marroquí Amallah y Nikitscher, que no cuentan ni para el club ni para Almada, sino porque el club necesitaba a marchas forzadas de forma inminente cuando el toque de cierre de mercado estaba a punto del 'gong' liberar masa salarial para poder inscribir, primero a Federico y... después lograr la cesión de Sergi Canós, atacante del Valencia.
Real Valladolid
El desborde, solucionado para el Real Valladolid
Adrián Gómez
Las negociaciones y el trabajo de despacho a cargo de Víctor Orta no fueron a dos bandas sino a tres e incluso cuatro bandas. Negociaciones abiertas al cierre de esta edición no solo para llegar a un acuerdo para la rescisión de co