La trágica muerte de Valeria Afanador, la niña de 10 años cuyo cuerpo fue encontrado en el río Frío de Cajicá tras 17 días de intensa búsqueda, ha dado un giro inquietante. El informe de necropsia preliminar, al que tuvo acceso la familia, ha revelado que la menor presentaba dos heridas, una en la mano y otra en el tórax, lo que añade un elemento de sospecha al caso.

El abogado de la familia, Julián Quintana, afirmó que este nuevo hallazgo es «un dato relevante» que exige una explicación. Quintana señaló que el director de Medicina Legal le confirmó que las lesiones se produjeron mientras la niña aún estaba viva. La presencia de estas heridas, que no son mortales pero sí muy «dicientes» para el caso, contradice la simple teoría de que la niña cayó accidentalmente al río y se ahogó.

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