El Gobierno nacional ha presentado un ambicioso proyecto de ley de financiamiento ante el Congreso, con el objetivo de cerrar el déficit fiscal y respaldar el Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2026. De los $557 billones programados, se espera que al menos $26,3 billones (1,4% del PIB) provengan de nuevas medidas tributarias. Esta reforma ha sido calificada como la más ambiciosa en años, no solo por el monto de recaudo esperado, sino también por los cambios que propone en sectores sensibles como el consumo de alcohol, el IVA a combustibles y la renta de personas naturales y jurídicas.

Uno de los puntos más controvertidos es la proyección de recaudo de más de $6 billones por impuestos al alcohol, un cálculo que el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana considera optimista. Este análisis advierte que el supuesto de que el consumo de alcohol y tabaco no disminuirá podría incentivar el contrabando, afectando tanto a la industria formal como a los ingresos regionales. Además, se espera un recaudo de $5 billones por IVA, cifra similar a la generada por juegos de azar, lo que podría impactar el costo del transporte y, en consecuencia, el precio de bienes y servicios.

Las personas naturales también sentirán el impacto de la reforma. Se eliminarán deducciones y se aumentarán tarifas marginales progresivas, que podrían llegar al 41% para rentas líquidas gravables superiores a 31.000 UVT (aproximadamente $1.545 millones). Aunque el efecto no será significativo en 2026, se espera que a partir de 2027 se recauden $2,8 billones adicionales. Para las personas jurídicas, el sector financiero enfrentará un aumento en la sobretasa del impuesto de renta, que pasará del 5% al 15%, elevando la tarifa total al 50%.

El proyecto también busca duplicar el recaudo del impuesto al patrimonio, aumentando la base gravable y ampliando los rangos de tarifas progresivas. Además, se propone una normalización tributaria que permitirá a quienes tienen bienes ocultos regularizar su situación pagando un impuesto del 15%, lo que ha generado críticas por enviar un mensaje negativo a los contribuyentes cumplidos.

Por otro lado, la reforma afectará a los aficionados al fútbol, ya que se contempla un aumento del IVA en las boletas para eventos deportivos. Las entradas que superen los $500.000 estarían gravadas con un IVA del 19%, lo que podría desincentivar la asistencia a los estadios y afectar los ingresos de los clubes.

Luis Carlos Reyes, exdirector de la DIAN, ha cuestionado el aumento del impuesto de renta para personas naturales, argumentando que castiga a quienes han cumplido con sus obligaciones tributarias. Reyes señala que esta medida contradice compromisos previos del Gobierno y advierte sobre problemas políticos que podrían afectar la recaudación.

La discusión en el Congreso promete ser intensa, ya que no solo se debate la estabilidad fiscal del país, sino también el impacto que la reforma tendrá en el acceso de los ciudadanos a servicios y actividades culturales, como el fútbol.