Habrá quienes estarán más tristes o más felices, pero la realidad es que el verano se está terminando. Estamos instalándonos en el mes de septiembre con cambios de rutinas , incorporaciones a la oficina o renovaciones de productos de belleza . Porque sí, querida lectora, nuestra dermis ha sido o está siendo una de las más perjudicadas de los agresores externos de las semanas más calurosas. Las actividades al aire libre, la exposición directa al sol o el disfrute del mar salado ha conseguido que nuestra piel se muestre más vulnerable con deshidratación, descamación o sensibilidad. Por ello, de la misma manera que hemos recargado pilas durante este tiempo, ahora debemos emplearlo en el cuidado intensivo en la rutina facial .
Con los años, las editoras de belleza hemos aprendido que de