La Vuelta a España ha vivido este miércoles un desenlace insólito en la etapa 11 con final previsto en Bilbao. La organización ha decidido detener el cronometraje a tres kilómetros de la meta y cancelar la victoria de etapa debido a problemas de seguridad en la llegada.
No habrá ganador de etapa, comunicaba la organización. Tras la pancarta de 3 km, los coches desviaron a los ciclistas directamente a la zona de autobuses, sin que pudieran disputar el sprint final.
El motivo fue la imposibilidad de garantizar la seguridad en meta, donde una protesta multitudinaria en favor de Palestina bloqueó la zona de meta. Los manifestantes denunciaban la presencia del equipo Israel Premier Tech y la guerra en Gaza, mientras una fuerte presencia policial trataba de contener la situación.
La confusión