El Ing. Luis Cabral, aunque parezca un contrasentido, sobre todo en tiempos impregnados de futuro, mantiene su mirada fija en el pasado.
A la inversa del caballo aquel, al que le torcieron el cuello para que viera hacia adelante, su visión lo retrotrae a un periodo que, según él, fue mejor.
Curiosa idea, la de una persona que observa en las postrimerías del siglo XX, en un pretérito recóndito al que denominan IV Republica, las claves del porvenir.
“Aquí lo que hubo fue atraso”, expresa convencido, a contracorriente del paraíso al que dicen conducirnos, los que manejan las riendas del Socialismo.
Apuesta por la transición. La transición no es más que la reingeniería de los poderes públicos, llámense ejecutivos, legislativos y judiciales, de forma que pueda haber un reacomodo institucion