La movilización de la comunidad científica y el rechazo del Congreso obligaron al Gobierno a dar marcha atrás con los decretos que imponían la virtual disolución del INTI y el INTA (números 345/25, 351/25, 461/25 y 462/25). Vuelven a funcionar sus consejos directivos y sus direcciones nacionales, y se anula lo resuelto en relación con la eliminación de diferentes estructuras.

La publicación en el Boletín Oficial de que “se restituye la plena vigencia de las disposiciones normativas que habían sido derogadas, sustituidas o modificadas” por los decretos concernientes a estos organismos no solo da un respiro a los integrantes de estas instituciones, sino un soplo de esperanza al resto del sistema científico al demostrar que “se puede frenar el proceso de destrucción de nuestras capacid

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