El plan del régimen está claro. Pío López Obrador me demanda. Quiere que yo le pague 200 millones de pesos por haber exhibido los videos en los que aparece recibiendo en secreto fajos de billetes en sobres amarillos. Con el Poder Judicial en la bolsa, la ruta jurídica está a su favor. Cuando le den la razón y yo no pueda pagar, entonces sigue la cárcel.
Lo de Pío no es casual. La víspera de que se estrene el nuevo Poder Judicial — con ministros, magistrados y jueces emanados del régimen— reaparece Pío López
Obrador con un video de musicalización dramática y guion de víctima. Dice que el INE ya lo exoneró (sólo de un delito electoral), que los videos fueron “alterados” (mentira total, todos lo vimos), que no le basta una disculpa pública y que quiere “más”.
¿Qué más? Que Latinus le pague