Una jueza federal ha otorgado una victoria significativa a la Universidad de Harvard al invalidar la congelación de casi 2.200 millones de dólares en fondos federales impuesta por la administración de Donald Trump. La decisión fue emitida por la jueza Allison Burroughs, quien determinó que la medida violaba los derechos de la Primera Enmienda y las leyes federales.
La congelación de fondos, anunciada en abril, fue justificada por la Casa Blanca bajo el argumento de que Harvard no había tomado suficientes medidas contra el antisemitismo en su campus. Sin embargo, Burroughs argumentó que no había evidencia que vinculara directamente los proyectos de investigación afectados con el antisemitismo. "No hay un vínculo evidente entre los proyectos afectados y el antisemitismo", afirmó la jueza.
En su fallo de 84 páginas, Burroughs reconoció que Harvard había enfrentado problemas de antisemitismo, pero subrayó que la universidad estaba tomando medidas para abordar la situación. "Harvard se equivocó al tolerar conductas de odio durante tanto tiempo", escribió, pero enfatizó que combatir el antisemitismo no puede hacerse a expensas de la libertad de expresión.
La decisión de la jueza representa un hito, ya que Harvard fue la primera universidad en llevar a la administración Trump a los tribunales por la congelación de fondos. La Casa Blanca ha indicado que planea apelar la decisión. La portavoz de la Casa Blanca, Liz Huston, criticó a Burroughs, afirmando que "siempre iba a fallar a favor de Harvard, sin importar los hechos".
La congelación de fondos había afectado a importantes proyectos de investigación, incluyendo estudios sobre la enfermedad de Lou Gehrig y el desarrollo de tecnologías para la NASA. Burroughs también bloqueó intentos del Gobierno de prohibir la matrícula de estudiantes internacionales en Harvard, lo que podría haber tenido un impacto devastador en la universidad.
Este fallo se produce en un contexto más amplio de tensiones entre la administración Trump y varias universidades, muchas de las cuales han optado por acuerdos menos confrontativos para restablecer sus fondos. Harvard, sin embargo, ha decidido desafiar abiertamente las acciones del Gobierno, lo que plantea interrogantes sobre el futuro de su relación con la administración.
La jueza Burroughs instó a otros jueces a proteger la libertad académica y a evitar que las investigaciones importantes sean sometidas a cancelaciones de fondos arbitrarias. La decisión de la jueza es un claro recordatorio de la importancia de la libertad de expresión y la protección de los derechos constitucionales en el ámbito académico.