Los trabajos se concentran a la altura del kilómetro 62+000, donde se realizan labores de limpieza en las obras de drenaje y se regula el flujo vehicular, luego de que un carril resultara afectado por un deslave con una longitud aproximada de 30 metros. Para estas tareas, se cuenta con maquinaria como retroexcavadoras y vehículos tipo pick-up, con el fin de retirar el material arrastrado por la corriente.
La Residencia General de Conservación de Carreteras reporta que la circulación en la zona se mantiene de forma intermitente. El paso de vehículos se permite en goteo cada media hora, lo que permite continuar con las maniobras sin comprometer la seguridad de los automovilistas.
Los ingenieros residentes informaron que será necesario esperar a que baje el nivel del agua para verificar pos