La planta conocida como “enamorada del muro” es una de las especies trepadoras más apreciadas en jardinería por su belleza singular y su capacidad de transformar muros y fachadas en verdaderos tapices verdes. Esta especie conquistó jardines en todo el mundo gracias a sus pequeñas hojas en forma de corazón, su crecimiento vigoroso y su versatilidad tanto en exteriores como en interiores. Sin embargo, detrás de su encanto ornamental, también esconde desafíos que conviene conocer antes de incorporarla al hogar.

Visualmente, esta planta es cautivadora. Sus hojas verdes, densas y delicadas, crean una cobertura uniforme que aporta frescura y elegancia a cualquier superficie. Puede alcanzar hasta seis metros de altura, adhiriéndose con facilidad a paredes, cercos, columnas o pérgolas median

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