El concurso de méritos para la elección de notarios en Colombia enfrenta serias irregularidades. El 30 de agosto, SEMANA reveló que el proceso está lleno de anomalías. Dos miembros del Consejo Superior de la Carrera Notarial (CSCN) renunciaron el 19 de agosto, señalando falta de transparencia y posibles irregularidades.
El Acuerdo 01 de 2025, que regula este concurso, ha sido modificado de manera cuestionable. Las modificaciones, según las denuncias, parecen buscar acelerar el proceso, lo que podría afectar las garantías de los más de 18.000 ciudadanos interesados en participar. La denuncia destaca que la Universidad Libre, encargada de llevar a cabo el concurso, ahora tiene la autoridad para resolver reclamaciones en momentos críticos, como la lista preliminar de admitidos y la calificación de pruebas. Esto significa que el Consejo Superior, que debería garantizar la imparcialidad, ha delegado su poder en la universidad.
El presidente Gustavo Petro se pronunció el 2 de septiembre en X, mencionando rumores sobre sobornos en el concurso. Afirmó que se habla de mil millones de pesos por cupo y pidió a la Procuraduría investigar la corrupción. La Procuraduría General de la Nación respondió enviando una carta a la Superintendencia de Notariado y Registro, subrayando la urgencia de vigilar el concurso.
La carta menciona que el cronograma del concurso ha sufrido varias modificaciones, siendo la última el 1 de septiembre, que fijó la apertura de inscripciones para el 9 de septiembre. La Procuraduría también tomó nota de las renuncias de los notarios Oscar Fernando Martínez y Soraya Franco, quienes expresaron serias preocupaciones sobre la gestión de la Universidad Libre en el concurso.
Este nuevo proceso notarial busca poner fin a la interinidad que ha afectado a muchas notarías desde que el último concurso se realizó en 2015. Sin embargo, ha comenzado rodeado de dudas sobre su legalidad y legitimidad. La renuncia de los miembros del Consejo Notarial es una señal de alarma sobre un concurso que podría estar diseñado sin la supervisión adecuada, abriendo la puerta a irregularidades en la elección de los codiciados cargos de notarios.