La delincuencia virtual ahora ha aparecido con una nueva manera de chantajear a las víctimas utilizando inteligencia artificial, la cual se basa en alimentar a los algoritmos de la IA con obras creadas.
Este tipo de extorsión es una nueva modalidad de robo y engaño, es un golpe directo a los artistas, pues, además de pedir dinero para devolver información como lo hace un ransomware , ahora también el ataque va dirigido a la propiedad intelectual.
El panorama digital para los creadores visuales se ha vuelto más complejo con la aparición de esta nueva forma de extorsión. Los criminales aprovechan tanto el valor económico de los datos como el temor de los artistas a ver sus trabajos utilizados sin consentimiento para desarrollar tecnologías que podrían competir directamente con su labor