No era el mejor día, un jueves de septiembre; ni la mejor hora, a partir de las 20.30 horas. Tampoco era el mejor momento, con la temporada liguera ya empezada y con la afición desconcertada por el fichaje fallido – de momento- de Aymeric Laporte. Por eso la Euskal Herria Txapela que enfrentó a Athletic y Osasuna en Lasesarre ocupó la mitad del aforo del campo fabril , que lleno alberga a unas 8.000 almas . La convocatoria de Valverde, plagada de cachorros, no alentó a los que se suelen animar a última hora y por eso el ambiente que se vivió alrededor del verde fabril fue de pretemporada. La mayoría, familias con niños que aún no han comenzado la ikastola; y también jóvenes a los que dormir poco aún no les afecta.
Sancet , que comenzó desde el banquillo, fue el más aclamado