“Estar tanto con los narcos deja a uno un poco trastocado y alejado de la democracia”. Así se ha referido este viernes la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su primera gran intervención del curso político en Arganda del Rey (Madrid).

Este discurso es recurrente en el PP al referirse a las relaciones que atribuyen a Sánchez y al gobierno venezolano de Maduro, por sus supuestas connivencias con el tráfico de droga. Sin embargo, Ayuso ha pronunciado este ataque frente al líder popular, Alberto Núñez Feijóo, quien compartió años de amistad y viajes con Marcial Dorado, uno de los capos de las Rias Baixas, condenado por narcotráfico y blanqueo de capitales.

Estas declaraciones las ha pronunciado tras acusar a Sánchez de “abrir y cerrar” el Parlamento según su antojo, algo que no es competencia del Ejecutivo, y que Ayuso explica a través de lo “trastocado” que deja relacionarse con narcotraficantes.

La sombra de Marcial Dorado persigue a Feijóo desde que el diario El País publicó las fotografías que narraban una vida en común de viajes, lujos y horas de navegación bajo el sol que calentaba la fueraborda del narco. Algo que en Galicia era conocido mucho antes, pero que, cada vez que el narco se pone en el foco , vuelve a aflorar todas las incógnitas sobre sus manejos con el ahora líder del PP.

Las respuestas de Feijóo en la entrevista que le hizo Jordi Évole en Salvados en 2018 mantuvieron una línea argumental que ya compartía su equipo desde que estalló el escándalo en la primavera de 2013. La propaganda oficial del Gobierno y del PP gallego trató de que aquello quedase en una foto producto de un descuido de juventud de Feijóo. Algo que desmiente José Precedo en este artículo : no es una foto, fueron años de amistad y viajes entre un cargo público y un capo del contrabando.