El crédito hipotecario, una de las herramientas centrales para el acceso a la vivienda, atraviesa su peor momento en años. En agosto, la cantidad de préstamos otorgados cayó un 3% respecto del mes anterior, según datos del mercado, confirmando que la combinación de tasas de interés crecientes, exigencias más estrictas de los bancos y la presión cambiaria está limitando de manera drástica el financiamiento para las familias argentinas.
La retracción llega en un contexto de incertidumbre electoral y con el Banco Nación endureciendo sus condiciones de otorgamiento: ahora se exige un scoring casi perfecto, lo que deja fuera a una porción significativa de potenciales solicitantes.
Tasas en alza y restricciones inéditas
El mercado inmobiliario señala que ya se alcanzó un “techo” en materia h