La selección española toca fondo tras una semana angustiosa donde no pasó casi nada de lo que tenía que ocurrir
Se consumió la tragedia. España toca fondo clasificatorio tras una semana angustiosa donde no pasó casi nada de lo que se suponía tenía que ocurrir. Empezando por el primer partido ante Georgia, al que acudimos con la guardia baja y faltos de los convenientes biorritmos físicos y mentales. Una vez que los georgianos incendiaron la hoja de ruta, todo se fue enredando, lo propio y lo ajeno, hasta el último suspiro ante Grecia , donde como ante Italia, de nuevo naufragamos en los instantes finales. Total, que por unas cosas o por otras, el equipo se ha mostrado muy alterado desde el principio, jugando tanto contra sus adversarios como contra sus propias limitaciones, casi siemp