Conforme a nuestra Constitución Política, la titular del Poder Ejecutivo, debe rendir un informe, sobre el estado que guarda la administración pública federal. Es por ello, que el pasado 1 de septiembre, se entregó el I Informe de la Presidenta Claudia Sheinbaum, ante el Congreso de la Unión.

Al respecto, me atrevo a hacer una serie de reflexiones.

Si bien es cierto, no es obligación llevarlo personalmente, sí creo que debió hacerlo. En su lugar, envió a la insípida Secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez; quien ni siquiera emitió un discurso. Su presencia ante el Poder Legislativo, se concretó a tres minutos. Entró, entregó y salió. Previo a ello, las seis fracciones parlamentarias, habían acordado un pacto de civilidad; para no importunar o incomodar a la funcionaria. Aunque lu

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