Lo describe como un proceso muy emocional, hasta visceral, que la llevó a involucrarse en cuerpo y alma. Tanto que luego de filmar ciertas escenas de La mujer de la fila , Natalia Oreiro suspiraba: “Ah, okey. Esto es actuar”, se decía. Y ahora, que ya se encuentra en la presentación del filme que este jueves se estrenó en las salas, se explica: “Hay momentos donde dejás de ser consciente de que estás haciendo un personaje para convertirte en el personaje. Es una película que me desarmó, desde todo punto de vista”.
El film de Benjamín Ávila , el mismo que la dirigió en Infancia clandestina -“La primera película dramática que me permitió bucear en mi sensibilidad”, destaca Oreiro-, se basa en la historia real de Andrea Casamento , una madre cuya vida cambia por completo cuando s