Fotos: Andrea Castaño-La Nueva.

Casi como una ironía del destino, Gianni Ferrari colgó los guantes para ponerse las botas de goleador y hoy está viviendo su mejor temporada desde que juega en Primera. 17 goles en la misma cantidad de partidos lo ponen en la escena del ascenso en el fútbol liguista.

Y si bien varios fueron de penal, el promedio goleador en Pacífico de Cabildo mete miedo.

Sin embargo, hay una parte de la historia que es desconocida para muchos. Es que el “Gordo” –como lo apodan cariñosamente en el su club de origen—tuvo destellos en el puesto antagónico al actual. Sí, bajos los palos.

“Creo que esta anécdota no la saben muchos. De chiquito siempre me gustó atajar y mi papá (por Omar Ferrari, ex gloria del club) se quería morir. Y si bien fui goleador tres años en la B de

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