En menos de un día, tres sismos volvieron a golpear la provincia de Kunar, en el este de Afganistán , generando pánico entre la población y provocando nuevas evacuaciones en aldeas ya devastadas por la catástrofe del 31 de agosto.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el movimiento más reciente alcanzó una magnitud de 5.2 y ocurrió la noche del viernes, tras un primer registro de 4.5 grados . Horas antes, otro fuerte sismo de 5.6 grados había sacudido la región, sumando incertidumbre y temor a miles de familias.
El impacto psicológico es evidente. Los habitantes, temiendo que las viviendas dañadas se desplomen en cualquier momento, optan por abandonar sus hogares en busca de seguridad .
Solo en el movimiento telúrico del jueves, se calcula que más de 85,000