Los saltos que superan los 6 metros sitúan a cualquier atleta en una dimensión reservada a los elegidos , y cada intento que pasa esa barrera alimenta la expectativa de saber hasta dónde puede llegar Mondo Duplantis . La imagen de su cuerpo extendido sobre la pértiga genera la sensación de que hay todavía margen por explora r, con un público que espera un registro definitivo que marque un antes y un después en este deporte - más todavía, porque es evidente que todavía hay margen -.

La altura alcanzada hasta el momento ya le garantiza la condición de dominador absoluto , aunque la intriga recae en el momento en que decida probar más allá de lo que acostumbra. Esa estrategia explica por qué no se lanza directamente a batir marcas mucho más altas y revela que su carrera no se basa solo en la gloria deportiva, sino también en otros factores que tienen importancia en la élite del atletismo.

Cada récord mundial asegura una recompensa económica que influye en su forma de competir

El estadounidense de origen sueco se ha convertido en protagonista de un fenómeno insólito en la historia del salto con pértiga, porque ha sido capaz de superar su propio récord en 13 ocasiones en apenas 5 años . El último ejemplo llegó el 12 de agosto en Budapest, donde firmó 6,29 metros en el Memorial Istvan Gyulai y añadió un centímetro a la marca que había conseguido en Estocolmo. No se trataba de un ejercicio casual, sino de un plan sostenido que le permite avanzar poco a poco y mantener la expectativa en cada competición .

El sueco administra sus fuerzas desde joven y prolonga una carrera que apunta a ser histórica

Ese planteamiento tiene una explicación muy concreta que reveló Forbes , al señalar que cada récord mundial trae asociado un premio de 100.000 dólares para el atleta , siempre que lo consiga en una sola ocasión dentro del mismo torneo. De ahí que la lógica indique que establecer un salto extraordinario con varios centímetros de diferencia no reportaría una recompensa mayor , mientras que la estrategia de incrementar centímetro a centímetro asegura un beneficio continuo. Tal y como recogía ese medio, “un atleta como Duplantis que reconoce esta situación entiende que puede maximizar su rendimiento económico al esperar para volver a batir el récord ”.

La decisión también responde a una visión de carrera a largo plazo . Si en 2020 desbancó a Renaud Lavillenie con 6,17 metros en Polonia, lo hizo con apenas 20 años y desde entonces ha sabido dosificar sus esfuerzos. En 2024 ya había mejorado la marca en París, durante los Juegos Olímpicos, y en Clermont-Ferrand alcanzó los 6,27 metros en pista cubierta, lo que situaba el listón casi en los límites de lo humanamente posible. Aun así, lejos de agotar todas sus posibilidades en un solo torneo, eligió reservar centímetros para seguir siendo el centro de atención en cada cita importante.

El próximo Mundial en Tokio podría situarle en una marca nunca vista en la historia de este deporte

El Memorial Istvan Gyulai de Budapest mostró que la estrategia no reduce el espectáculo. El griego Emmanouil Karalis firmó 6,02 metros y se llevó la plata, mientras que el australiano Kurtis Marschall terminó tercero con 5,82 metros. El sueco ya había asegurado la victoria cuando intentó superar su propio registro, lo que convirtió la noche en un hoenaje personal con la grada húngara que lo había visto triunfar dos años antes en el Mundial sin poder romper el récord. Esta vez sí lo consiguió y el público celebró un salto que vuelve a ponerle en la primera línea mundial .

El calendario añade ahora otro ingrediente a la ecuación, porque Tokio acogerá el Mundial de Atletismo del 13 al 21 de septiembre , y ahí Duplantis podría alcanzar los 6,30 metros. Un registro así le situaría como el primer atleta en establecer cuatro récords en una sola temporada , algo que ni Sergei Bubka ni Lavillenie lograron en su día. De momento, su plan sigue siendo progresivo y controlado, con la vista puesta en alargar una carrera que ya le ha convertido en referencia absoluta de su disciplina.

El interrogante se mantiene abierto. Los aficionados saben que Duplantis tiene la capacidad de superar ampliamente el listón actual, pero también entienden que el propio sistema de premios y su forma de gestionar la trayectoria explican por qué avanza con esa cadencia tan medida. Y en ese juego de centímetros se sostiene la fascinación, porque cada salto mantiene la sensación de que todavía queda mucho por ver.