La compañía Delta Airlines plantea usar la inteligencia artificial para personalizar el precio de los billetes: se trataría de cobrar a partir de los datos que proporciona el rastro digital de cada cliente. Si, por ejemplo, publicas en Instagram que se ha muerto tu hermana en Canadá, cuando intentes comprar un vuelo a Montreal para ir al funeral, será más caro. No hace falta que tengas redes sociales; la IA ya alteraría el precio si hubieras recibido un mail de la impresa funeraria con los servicios disponibles. El objetivo es conseguir que cada persona pague lo máximo según las circunstancias.
De momento, la compañía ha retirado la iniciativa por las críticas. Pero tarde o temprano normalizaremos esta práctica igual que aceptamos la oscilación de precios dependiendo de la demanda, de si