El desarraigo es, seguramente, una cualidad de esta edad histórica. Es lo contrario a las nociones de cercanía, proximidad, ciudadanía, comunidad… Lo opuesto a vecindad. En nuestro tiempo, al contrario de las ideas anteriores, prevalecen todo tipo de movilidad y desapego alimentados a través de la globalidad, de las migraciones, del turismo desquiciado, de la ubicuidad económica, de la fluidez financiera, de la precariedad laboral, de las deslocalizaciones empresariales… Todo es desarraigo. Incluso un partido de la liga de fútbol española se jugará próximamente en Miami. El desarraigo es también consecuencia del destierro de las personas, cuyos motivos son diversos, aunque en general tienen mucho que ver con lo antes dicho. En numerosos casos, la raíz, el arraigo que perdura, es el recuerd
Desarraigo

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