Cumpliendo fielmente uno más de los chantajes a los que someten al Gobierno, se ha materializado la quita de la deuda autonómica y, para que no resulte tan descarado que lo hacen para beneficiar a Catalunya, se ha hecho ese café para todos tan al gusto de Madrid. El PP ha ordenado a sus barones autonómicos que se nieguen y sigan pagando intereses millonarios como si no hubiera un mañana. La cuestión parece clara pero… quizá no lo sea tanto.
Porque tras esa monstruosa deuda autonómica se esconden las trampas de un sistema de financiación injusto que sostenemos desde hace demasiado tiempo. Cualquiera de nosotros dirá que lo único que tienen que hacer los gobernantes es ajustar sus gastos al ingreso previsto, como hacemos todos en el ámbito doméstico, a menos que quieras acabar desquiciado y