Esta medianoche quedará atrás el horario de invierno y volveremos al de verano, luego de que el 6 de abril pasado se produjera la primera de las modificaciones horarias que vive el país.

Un cambio de hora que hará que cambien los números en relojes, celulares y computadores, pero que también modifica nuestra rutina diaria e incluso puede afectar la salud. Esto porque se altera de forma repentina la rutina de sueño y por lo tanto el ritmo circadiano o reloj interno que regula las funciones vitales.

Esto podría generar insomnio, fatiga, irritabilidad, dificultades de concentración y, en lo casos más extremos, un aumento del riesgo de problemas cardiovasculares. Trastornos que, como se lee en una publicación de la Universidad de Chile, amenazan la calidad de vida de las personas.

Por lo qu

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