El Cacereño sigue sin conocer la derrota en su estreno en Primera Federación. Dos jornadas, dos empates, pero con matices muy distintos. Si en el debut en Pontevedra el jarro de agua fría llegó en el minuto 98 con el gol del portero rival (1-1), en el Municipal de Gobela la sensación fue otra: la de haber rescatado un punto valioso en un campo complicado, con calor, césped artificial y unas reducidísimas dimensiones, ante un Arenas que llegó a tener el partido encarrilado (2-2).
El conjunto de Julio Cobos suma así dos puntos que saben diferentes. «Siempre que se sume fuera de casa es bueno», subrayaba el técnico tras el empate a dos en tierras vascas. «Hoy nos vamos con buenas sensaciones porque hemos empatado un partido que se nos había puesto muy feo» .
De menos a más
El guion