Carlo Acutis ha sido oficialmente canonizado como el primer santo milenial por el papa León XIV. La ceremonia tuvo lugar el domingo en el Vaticano, donde miles de personas, incluyendo a su madre Antonia Salzano, se reunieron para celebrar este acontecimiento histórico. Acutis, conocido como el "influencer de Dios", falleció a los 15 años en 2006.
Durante la ceremonia, el papa destacó que Acutis dedicó gran parte de su corta vida a difundir la fe católica a través de internet, ganándose el título de "ciberapóstol". Junto a él, también fue canonizado Pier Giorgio Frassati, un joven italiano fallecido a los 24 años, conocido por su compromiso social y espiritual.
El papa León XIV subrayó que el ejemplo de ambos santos es "una invitación a no desperdiciar la vida, sino a orientarla hacia lo alto y convertirla en una obra maestra". Bajo un sol radiante y con un fuerte dispositivo de seguridad, cerca de 80.000 personas, muchas de ellas jóvenes, se congregaron en la plaza del Vaticano, ondeando banderas y portando imágenes de Acutis.
Acutis, nacido en Londres en 1991 en una familia italiana poco practicante, mostró desde joven un gran fervor religioso. Fue beatificado en 2020 y se le atribuyen dos milagros: la curación de un niño brasileño con una rara malformación del páncreas y la recuperación de una estudiante costarricense gravemente herida en un accidente.
El proceso de canonización de Acutis fue inusualmente rápido, algo poco común en la Iglesia. Para ser canonizado, se requieren tres condiciones: haber fallecido al menos cinco años antes, haber llevado una vida cristiana ejemplar y haber realizado al menos dos milagros, uno de ellos después de la beatificación.
Por otro lado, Pier Giorgio Frassati, canonizado el mismo día, murió hace 100 años. Nacido en Turín, se dedicó a ayudar a los pobres y enfermos de su ciudad. Fue beatificado en 1990 y su canonización se produjo tras el reconocimiento de un segundo milagro.
Esta ceremonia de canonización fue la primera del papa León XIV desde su elección en mayo y se llevó a cabo en el contexto del Jubileo, el "Año Santo" de la Iglesia católica, que ha atraído a más de 24 millones de personas a Roma.