Hace ocho años, México vivió uno de los terremotos más fuertes de su historia reciente. El 7 de septiembre de 2017 , un sismo de magnitud 8.2 se registró en el Golfo de Tehuantepec , afectando a más de 800 mil personas y dejando una marca imborrable en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca.
Víctor Toledo recuerda esa noche desde Ixtaltepec, Oaxaca, con un nudo en la garganta. “No hay palabras exactas para describir este suceso. La mayoría de las personas que le preguntes cómo vivieron el sismo no se acuerda, lo bloquearon”, dice mientras evita las lágrimas.
En ese entonces, Víctor tenía 16 años y disfrutaba de un fin de semana largo. “Al principio no me preocupé, aquí es común sentir sismos”, recuerda. Pero aquella vez fue diferente. “Escuché un ruido muy fuerte, como que venía de de