El reloj marcaba apenas unos minutos del mediodía cuando un ciclista se detuvo al escuchar el llanto persistente de un bebé. Lo que encontró fue impactante: una recién nacida, aún con restos de placenta, abandonada sobre el asfalto. Horas más tarde, las imágenes captadas por cámaras de seguridad confirmaron una escena tan cruda como alarmante.

Un vehículo se detiene con las luces intermitentes; de él baja una mujer vestida de negro, que, en cuclillas, da a luz en plena vía pública. Mientras está pariendo, otra persona —presuntamente el conductor— le alcanza pañuelos para limpiarse. En cuestión de minutos, la mujer se sube la ropa, deja a la bebé en el suelo y sube al vehículo para huir.

UN PATRÓN QUE PREOCUPA: TERCER CASO EN MENOS DE UN MES

Este no es un hecho aislado. En tan solo 30 dí

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