Primero las esposas, luego las periodistas y las políticas. La olla se ha destapado y ahora Italia tiene que enfrentarse a todo lo que está saliendo. Tras años de inmovilismo, en los que todos sabían (y muchos miraban hacia otro lado), ha llegado el momento del escándalo por los sitios web sexistas, con la caza de los responsables que durante mucho tiempo actuaron impunemente. Los jueces piensan en unificar las investigaciones: las historias son distintas, pero la raíz es la misma. Y entre las feministas hay quien ve en ello una suerte de me too italiano.

Las denuncias contra el grupo de Facebook Mia Moglie (Mi esposa), donde miles de hombres se intercambiaban fotos de sus parejas, han desatado un gran escándalo y, sobre todo, han mostrado que no se trataba de un caso aislado. La sociól

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