Por Gonzalo Delmonte

El Gobierno nacional recibió un duro cachetazo electoral en vísperas de los comicios nacionales del próximo 26 de octubre con un cóctel compuesto por un escándalo de presunta corrupción que involucra a la hermana del presidente Javier Milei, Karina; falta de gestión en el territorio y una pésima planificación de acuerdos electorales en las ocho secciones de la provincia Buenos Aires.

La campaña bonaerense sorprendió a los libertarios, que tejieron una alianza con dirigentes unitarios del PRO, como Cristian Ritondo y Diego Santilli; se vio atravesada por dos casos graves como el fentanilo contaminado y los audios de Diego Spagnuolo, ex titular de la ANDIS, con vínculo estrecho con los Milei y el círculo de confianza del tándem que gobierna la Argentina desde diciembre

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