Erin Patterson , la mujer que mató a tres familiares con un lomo Wellington repleto de hongos venenosos fue condenada este lunes a cadena perpetua con un mínimo de 33 años , sin posibilidad de libertad condicional.
Con esta decisión de la Corte suprema de Victoria, la justicia australiana cerró uno de los capítulos más oscuros de su historia reciente aunque el juicio dejó más preguntas que respuestas sobre el crimen.
La escena en la sala del tribunal fue tensa y cargada de emociones, según el diario The Guardian . Patterson, con el mentón en alto y una actitud casi desafiante, escuchó la sentencia sin mostrar emociones . Sin embargo, sus manos delataron el nerviosismo: las apretó con fuerza en su regazo, moviendo los dedos de manera constante, como si intentara calmar su pro