Si conduces hacia Ellabell, Georgia, por la ruta estatal 204 –pasando unas casas prefabricadas, un par de iglesias y un Dollar General– jamás imaginarías que a solo unos kilómetros se levanta un enorme complejo automotriz.
El pueblo es pequeño, no está constituido formalmente y es más conocido por el canotaje en el río Ogeechee o por el golf en el Black Creek Golf Club. Hasta la semana pasada, su mayor mérito era haber sido escogido como sede del primer campus de fabricación de vehículos totalmente eléctricos y baterías de Hyundai en Estados Unidos, un proyecto con el que los líderes estatales prometieron crear 8.500 empleos y transformar la economía rural.
Ese relato se quebró cuando, en la mayor redada migratoria del segundo mandato del presidente Donald Trump, cerca de 500 agentes fed