La subida de las temperaturas tiene múltiples efectos y algunos poco evidentes. Un estudio indica que el calor puede agravar el consumo excesivo de azúcares añadidos porque lleva a tomar bebidas y postres helados con alto contenido en azúcar.
El consumo de azúcar añadido está asociado positivamente con temperaturas comprendidas entre los 12 y los 30 grados centígrados. Por cada grado de aumento dentro de ese rango, la ingesta se incrementa en 0,70 gramos por persona y día, indica un estudio encabezado por la Universidad de Cardiff.
El estudio que publica Nature Climate Change analizó el impacto del clima en el consumo de azúcares añadidos en Estados Unidos entre 2004 y 2019 y se observó que el efecto era mayor entre los hogares con niveles más bajos de ingresos o educación.
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