
Las máquinas han progresado con pasos visibles en el terreno doméstico y laboral, aunque cada novedad se enfrenta al mismo recordatorio de que el reemplazo total de las personas aún queda distante .
Las pruebas más recientes muestran brazos mecánicos que manipulan utensilios, sensores que reconocen gestos humanos y programas capaces de anticipar tareas habituales. Estos avances permiten que la robótica se sienta cada vez más cercana , aunque el papel humano continúa siendo esencial en casi todos los procesos.
En ese contraste entre promesa y realidad encaja el nuevo humanoide F.02 de Figure AI , concebido como un asistente capaz de doblar ropa, organizar paquetes y cargar un lavavajillas.
Figure AI apuesta por un sistema que interpreta órdenes y actúa sin supervisión constante
El modelo mide 1,68 metros y pesa 70 kilos , proporciones que lo sitúan en un rango similar al de un adulto medio. La compañía lo describe como un robot eléctrico con una autonomía de unas 5 horas por carga y una velocidad de marcha de 1,2 metros por segundo. Su diseño le permite transportar objetos de hasta 20 kilos , lo que abre un abanico de tareas domésticas para las que no necesita ayuda externa.
Una de sus características más llamativas se encuentra en la independencia de funcionamiento . A diferencia de otros humanoides, como el Optimus de Tesla, que requieren supervisión en varias de sus operaciones, este r obot integra un sistema llamado Vision Language Action . Esta tecnología le otorga la capacidad de interpretar instrucciones y ejecutar acciones sin necesidad de intervención humana constante.
Figure AI ha destacado que el robot no solo responde a órdenes concretas, sino que también aprende habilidades nuevas a partir de datos de entrenamiento . De este modo, las actualizaciones permiten que un mismo dispositivo amplíe sus capacidades sin sustituir hardware ni software de base . Un ejemplo es la incorporación de la tarea de cargar el lavavajillas , que se añadió después de haber dominado actividades como doblar ropa o desplazar paquetes.
La propia compañía subraya que la operación de organizar platos dentro de un lavavajillas exige superar retos considerables. El robot debe identificar piezas frágiles, adaptarse a diferentes modelos de electrodomésticos y mover objetos que pueden estar resbaladizos. Además, cada ciclo requiere reorientar platos y vasos sin dañarlos, algo que para una máquina implica un alto nivel de cálculo y coordinación.
El futuro de los humanoides se plantea como una convivencia que amplía comodidades en casa
El logro de Figure AI consiste en haber sumado esta habilidad sin rediseñar el modelo ni lanzar una nueva versión. Bastó con entrenar al sistema con datos adicionales para que el F.02 desarrollara la capacidad de ejecutar una tarea doméstica que hasta ahora se consideraba fuera de su alcance.Esa flexibilidad abre la puerta a un futuro en el que los robots domésticos amplíen sus funciones con simples actualizaciones digitales.
Los responsables de la empresa remarcan que este avance acerca la robótica a una integración más real en los hogares . Subrayan que lo que a simple vista parece un gesto rutinario, como colocar platos en una bandeja, implica una secuencia compleja que el humanoide ya es capaz de resolver de manera autónoma .
La trayectoria de la compañía apunta a un horizonte en el que los humanoides convivan con las personas en tareas sencillas, pero con margen de expansión hacia labores más diversas . Ese planteamiento no plantea un reemplazo inmediato, sino una convivencia tecnológica que aporta comodidad y versatilidad en el día a día.
El panorama de la robótica se mueve así en un delicado equilibrio entre lo alcanzado y lo que aún falta por conseguir . El F.02 representa una muestra tangible de ese avance gradual, visible en gestos tan domésticos como abrir la puerta del lavavajillas y empezar a llenarlo plato a plato.