El cerebro y el intestino están más interconectados de lo que pensábamos. Los avances en el estudio de microbioma intestinal, los microorganismos de nuestro intestino, han dado lugar a muchas hipótesis y afirmaciones sobre la conexión intestino-cerebro, como que las bacterias que nos habitan están intimamente relacionadas con nuestra salud mental.
Hace unos meses, mostraba que el microbioma intestinal no solo regula la digestión y el metabolismo, sino que también juega un papel fundamental en nuestra reacción al estrés, y que esta regulación sigue un ritmo circadiano preciso. Sus hallazgos permitían pronosticar que, muy pronto, inetrevenciones centradas en el microbioma podría ayudar a manejar o incluso prevenir condiciones relacionadas con el estrés.
Ahora, un equipo de investigadore