El primer ministro francés François Bayrou ha dimitido este lunes tras perder la moción de confianza en la Asamblea Nacional con 364 votos en contra y solo 194 a favor . Su caída, la cuarta en apenas tres años, evidencia el desgaste del presidente Emmanuel Macron y el callejón sin salida en el que se encuentra el régimen político francés.

Bayrou había sido designado por Macron en diciembre de 2024 tras el colapso parlamentario de Gabriel Attal. Pero la fragmentación del hemiciclo , dividido en tres bloques irreconciliables —macronistas, izquierda y Reagrupamiento Nacional de Le Pen— impidió cualquier gobernabilidad real. El intento de impulsar recortes presupuestarios en julio precipitó su final.

Macron entre la espada y la pared: ¿nuevo primer ministro o elecciones?

El presidente Emmanuel Macron baraja ahora dos salidas: nombrar a un nuevo primer ministro o disolver la Asamblea y convocar elecciones legislativas anticipadas . Según fuentes del Elíseo, se inclina por la primera opción. El nombre que suena con fuerza es Olivier Faure , líder del Partido Socialista, con quien Macron podría intentar una alianza de emergencia.

Pero esa vía tampoco está exenta de riesgos. Sería el quinto jefe de gobierno de este mandato, en medio de una crisis de confianza institucional y con una ciudadanía harta de promesas incumplidas. «Es hora de que Macron cumpla con su deber», ha afirmado el portavoz socialista Boris Vallaud. Mientras, figuras como Marine Le Pen reclaman directamente la dimisión del presidente.

Francia ahogada por su deuda y sin Presupuestos

Más allá de la parálisis política, Francia se enfrenta a una deuda pública superior a los tres billones de euros . El plan de Bayrou proponía recortar más de 40.000 millones con congelación del gasto, supresión de festivos y reformas estructurales. Pero fue rechazado tanto por la oposición como por la calle, que prepara una huelga general bajo el lema «Bloqueemos todo».

Sin presupuestos ni respaldo parlamentario, el Estado francés se adentra en una espiral de inseguridad financiera que ya genera inquietud en los mercados y en Bruselas. La posibilidad de una nueva rebaja de calificación crediticia no es descartada por los analistas si no se estabiliza la situación.

Una advertencia para Europa: el populismo al acecho

Con Macron debilitado y sin mayoría, el mayor beneficiado de esta crisis institucional podría ser el Reagrupamiento Nacional de Marine Le Pen, que sigue escalando en los sondeos. Aunque inhabilitada para presentarse, su influencia política y cultural se ha consolidado. La debacle del centro liberal abre la puerta a un futuro electoral imprevisible.

Francia, motor histórico de Europa, se convierte ahora en una advertencia sobre los riesgos del hiperpresidencialismo sin anclaje parlamentario. La estabilidad institucional no se impone desde arriba : se construye con consensos, liderazgo real y responsabilidad fiscal. Macron, símbolo de la tecnocracia ilustrada, podría terminar su mandato en el ostracismo político , como tantos antes que él.

Como decía Napoleón Bonaparte: “Nunca interrumpas a tu enemigo cuando está cometiendo un error”.