¿Cómo es que alguien puede proponer hacer un país grande otra vez y emprender acciones de enriquecimiento personal y familiar?¿Cómo es que se puede ser antisemita por criticar el genocidio palestino? ¿Por qué se puede mentir y tergiversar sin importar la verdad y ni siquiera avergonzarse? ¿Por qué procurar la igualdad y la justicia social te hace un zurdo de mierda? ¿Denunciar los abusos políticos, económicos y sociales es populismo? ¿Cómo puede aspirar a ser reconocido como un pacificador alentando conflictos o vendiendo armas? Estas y otras preguntas surgen alrededor de los tiempos contemporáneos en los que se argumenta que la polarización dentro y fuera de las sociedades es uno de los rasgos principales en una época de aparentes cambios.

Puede ser sin duda, pero queda la impresión de q

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