Si uno mira dos gráficas referentes a la economía mexicana en los últimos 60 años, la que mide el crecimiento del PIB per cápita y la que da cuenta de la evolución de la pobreza, encontrará que, por casi todo el periodo, que abarca dos generaciones, éstas se mueven como espejo: a mayor producto por persona, menor porcentaje de la población en situación de pobreza. Pero hay dos excepciones, que corresponden, grosso modo, a los sexenios de Miguel De la Madrid y Andrés Manuel López Obrador. En el primero, la pobreza aumentó con más velocidad que la caída del PIB por persona durante el periodo; en el segundo, la pobreza disminuyó a pesar de que el producto siguió estancado.
El primero se explica, fundamentalmente, por una decisión política, que implicó un viraje en el modelo de desarrollo del