Trabajar, hablar español o tener “cierta apariencia” podría ser suficiente para que una persona sea detenida por agentes de inmigración en Los Ángeles. Así lo permite la decisión anunciada el 8 de septiembre por la Corte Suprema, que dio luz verde a operativos migratorios suspendidos por haber violado derechos constitucionales.
Las comunidades latinas —que representan casi la mitad de la población del área— están nuevamente expuestas a redadas en lugares como estacionamientos, depósitos de remolque o tiendas de herramientas, sin necesidad de una orden judicial ni sospecha concreta.
“Me trataron como si no importara”, dijo Pedro Vásquez Perdomo, uno de los demandantes, tras ser detenido por agentes del ICE sin explicación ni abogado. “¿Ahora la Corte Suprema dice que eso está bien? Eso no