La iniciativa formulada por Donald Trump para enviar a inmigrantes irregulares a terceros países ha venido acompañada de una fuerte polémica. Las opiniones son variadas. Hay quienes apoyan la medida. Otros no. Y quienes la rechazan en Occidente, sean o no estadounidenses, claman contra la posibilidad de enviar a los deportados a naciones africanas donde las condiciones de seguridad son volátiles. Es decir, que existe el temor de que los deportados sean expuestos a condiciones de esclavitud, malos tratos o tortura . La imagen que se mantiene sobre el continente africano (caos, miseria) alimenta ese miedo.
Human Right Watch, por ejemplo, especificó recientemente que tanto Esuatini como Sudán del Sur no son países seguros para los deportados debido a la represión política, el uso exce