La detención de cientos de ciudadanos surcoreanos después de una redada de control de inmigración en una fábrica en Georgia, la semana pasada, fue una “violación injusta” de los derechos de los ciudadanos y las empresas surcoreanas que operan en Estados Unidos, dijo este martes el presidente de la nación asiática.

Unos 300 ciudadanos surcoreanos fueron detenidos –algunos de ellos llevados esposados y encadenados de los pies– este jueves pasado en la redada del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en las instalaciones de Hyundai-LG, que se están construyendo en el sur de Georgia.

“Deben haber quedado muy conmocionados por este repentino acontecimiento”, dijo el presidente de Corea del Sur, Lee Jae Myung, añadiendo que sentía “un profundo sentido de

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