El sindicato considera que la actual dependencia del marco sanitario puede limitar la eficacia de las políticas, al dejar de lado otros factores determinantes en las conductas suicidas, como el desempleo, la violencia, el consumo de sustancias o las dificultades sociales y familiares.

Un problema de salud pública que va más allá de lo clínico

“El suicidio no es una enfermedad en sí misma, sino la manifestación de un profundo sufrimiento emocional” , ha recordado Daniel Torres , secretario de acción social de SAE. Según el sindicato, reducir el enfoque únicamente al ámbito psiquiátrico corre el riesgo de invisibilizar la dimensión social y comunitaria de este problema de salud pública.

Por ello, la prevención requiere un abordaje integral y multisectorial en el que participen no so

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