El 23 de abril es un día especial para todo el mundo. El más bonito del año. Rosas, libros, romanticismo, felicidad y sonrisas en abundancia. Sin embargo, ocurren desgracias que transforman el futuro más inmediato. Lo que se prometía como un día precioso acaba en tragedia. Estas frases las podría escribir Nino Redruello después de que se incendiara la cocina del restaurante Molino de Pez el pasado 23 de abril. Este hecho comportó el cierre repentino del establecimiento y el inicio de una etapa de reflexión. Aprovechar la catástrofe para transformarla en algo útil y provechoso.
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"Cerramos de golpe, con el alma en un puño y la cocina en silencio , pero con una idea clara desde el primer momento: volver cuanto antes me